Barry C. Barish comparte hallazgo de ondas gravitacionales en The Burning Questions

El descubrimiento y registro de las ondas gravitacionales ocurrido el 14 de septiembre de 2015 y los detalles del hallazgo fueron compartidos por Barry C. Barish, Premio Nobel de Física en 2017, durante su participación en el festival  La Ciudad de las Ideas.

Barry C. Barish, junto con Kip S Thorne y Rainer Weiss, obtuvo el Premio Nobel de Física en 2017 por sus “contribuciones decisivas al detector LIGO y la observación de las ondas gravitacionales”.

(Una onda gravitatoria consiste en la propagación de una perturbación en el espacio-tiempo, que se transmite a la velocidad de la luz y fue predicha por Albert Einstein en su teoría de la relatividad general).

Durante el encuentro de mentes brillantes, Barrish, ex director del Interferómetro Láser del Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO), comenzó con un relato sobre la teoría de la gravedad hecha por Isaac Newton aquella que todos conocemos con una manzana que cae del árbol porque la tierra la jala hacia abajo, teoría que tiempo después cuestionó el físico Albert Einstein. 

Recordó que el 14 de septiembre de 2015, el Observatorio de Ondas Gravitacionales (LIGO por sus siglas en inglés) realizó la primera observación de ondas en el tejido del espacio y el tiempo (u ondas gravitacionales) que llegan a la Tierra por la colisión de dos agujeros negros en el universo distante. 

Barry comentó que con las ondas gravitatorias se confirmó que el espacio se distorsiona por donde pasan estas ondas, y se tardan mil 300 millones de años en llegar a la Tierra. 

Para lograr la comprobación fue necesario diseñar y hacer un instrumento que permitiera registrar la medición de las ondas gravitacionales. Se trata de dos instrumentos muy grandes que miden 2.5 millas y se localizan, uno en el estado de Louisiana y el otro en Washington DC. 

El físico, quien también ha sido acreedor a un sin número de premios, como el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2017; Medalla Henrry Draper 2017 y Premio Klopsteg Memorial 2002, comentó que todo este trabajo, y algunas dudas sobre el hallazgo las consultó en la tumba de Einstein, en Berna, Suiza, “pero no nos pudimos poner de acuerdo”, citó. 

Aunque se invirtieron 20 años de trabajo, de 1994 a 2014, para hallar las ondas gravitacionales, Einstein estaría muy contento porque ya hemos desarrollado lásers pequeños, computadoras, mucha tecnología, laboratorios grandes para seguir estudiando la física, concluyó.