Amigos lectores, ¡les saludo con el gusto de siempre! El aislamiento social en el que no todos se encuentran, permite observar las grandes desigualdades que existen en nuestro país y es preocupante ver que mujeres, niños y hombres continúan en las calles, sin medidas sanitarias, buscando el sustento familiar, exponiéndose al contagio del coronavirus COVID-19.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, las personas senectas y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) son las que tienen mayor riesgo de mortandad ante el contagio del coronavirus. Sin embargo, aquellas personas que se encuentran dentro de la economía informal (artesanos, comerciantes, personal de trabajo en el hogar, lavacoches, etc.), los que forman parte de la gig economy (trabajos bajo demanda, a través de aplicaciones por ejemplo Uber eats), así como, el personal de hoteles y restaurantes, además de ser susceptibles a contagios son sectores que han sido severamente afectados en su economía.
Conforme al Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la pandemia puede dejar 21 millones de mexicanos en pobreza, esto es, pasaríamos de 52.4 millones de pobres que representa el 44.4% de la población según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a 73.4 millones de personas en pobreza esto es el 57% de la población en México.
Asimismo, el número de pobres en América Latina, puede crecer en 35 millones a causa de la pandemia, esto significaría que el número de pobres en la región pasaría de los 185 millones actuales a unos 220 millones, de un total de 620 millones de habitantes. Además, el número de personas que viven en la pobreza extrema ascendería de 67,4 millones a 90 millones, de acuerdo a la previsión de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Las anteriores cifras deben de propiciar que los gobiernos estatales y federal diseñen un plan que tenga como común denominador la solidaridad y, que su objetivo primordial sea procurar los derechos humanos y fundamentales que deben ser garantizados a todos los individuos en nuestro país.
Para empezar: A).- Derecho a la salud.- El sistema de salud se debe robustecer con mayores recursos económicos, con más infraestructura hospitalaria, con los suficientes insumos, en toda la República, que permita asegurar servicios médico para todos los mexicanos, tal como está reconocido y ratificado por el Estado Mexicano en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 25.1, en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en su artículo 12 y en nuestra Constitución en el artículo 4.
B).- Derecho al trabajo.- Se deben incrementar los créditos para personas de escasos recursos, programas de empleo temporal, garantizar el acceso a la seguridad social, incluidas las prestaciones por enfermedad, asistencia médica de todas las personas que no puedan ejercer su trabajo debido al virus. El derecho al trabajo también ha sido reconocido como derecho humano por el Estado mexicano en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 23, y es un derecho fundamental, previsto en nuestra Constitución en el artículo 123.
C).- Derecho a la información, es muy importante que la población tenga la información del peligro que el coronavirus COVID-19 representa para la salud, las medidas para mitigar los riesgos y los esfuerzos en curso para combatirlo. No garantizarlo debilita la respuesta de los servicios de salud pública y pone en riesgo la salud de todos los mexicanos. Este derecho ha sido reconocido y ratificado por el Estado Mexicanos como derecho humano en la Declaración Universal de los Derechos Humanos en el artículo 19, en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en su artículo 19, en el Pacto de San José Costa Rica en el artículo 13 y como derecho fundamental en nuestra Constitución en los artículos 6 y 7.
Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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