Hace unas semanas circularon en Facebook, páginas llamadas MAP Minor Attrated People, (Persona atraída por menores), en ellas, las personas pedófilas, exigían que sus derechos fueran reconocidos, refiriendo que no era lo mismo ser pedófilo que pederasta.
De acuerdo al Dr. Humberto Durán Ponce de León, la pedofilia, es la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o adolescentes, y la pederastia es el abuso sexual cometido con niños, sin embargo, puede señalarse que actualmente el termino pedofilia ha perdido el carácter inocuo y se refiere directamente a la práctica abusiva y delincuencial, de modo tal; que hoy en día, pedófilo y pederasta son términos intercambiables.
Vale la pena señalar, que la pedofilia no es considerada una orientación sexual, sino un trastorno psicológico que se caracteriza por fantasías sexuales o intentos de prácticas sexuales con niños, si bien, la pederastia, sí lleva a cabo el abuso sexual, es real que los pedófilos también causan daño a los niños y niñas, pues se vinculan con el consumo de pornografía infantil.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México genera el 60% del material pornográfico infantil que se consume en el mundo, asimismo, más de 4 millones niños y niñas son víctimas de abuso sexual en México y de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México tiene el primer lugar mundial en estos delitos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado reiteradamente que tanto la Convención Americana como la Convención sobre los Derechos del Niño forman parte de un muy comprensivo corpus juris internacional de protección de los niños, niña y adolescente.
Es así, que la Convención sobre los Derechos del Niño establece en su artículo 19.1; el deber de los Estados de adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger a los niños, niñas y adolescentes contra la violencia, entendida como “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual.
En nuestro derecho interno, en octubre de 2011, se realizaron dos reformas constitucionales trascendentales para los derechos humanos de las niñas, los niños y adolescentes, en la primera se incorporó al artículo 4º Constitucional, el principio del interés superior de la niñez, y en la segunda reforma se incorporó al artículo 73, la facultad de que el Congreso de la Unión, expida leyes en materia de derechos de niñas, niños y adolescentes, lo que ha derivado en leyes como; la Ley General de los Derechos de niñas, niños y adolescentes, la Ley General de Prestación de Servicios para la Atención, Cuidado y Desarrollo Integral Infantil, asimismo, y particularmente, para el caso que nos ocupa en esta columna; se tipificó el delito de pederastia en el artículo 209 bis del Código Penal Federal, sin embargo, en varias entidades del país como lo es Puebla, no se encuentra establecido dentro de la ley penal local, solo en entidades como Yucatán, Tlaxcala, Tabasco, Sinaloa, Quintana Roo, Querétaro, Morelos, Jalisco y la Ciudad de México, se considera grave este delito.
Es necesario que los congresos locales, como el de Puebla, incorporen a sus leyes penales locales, el delito de pederastia como grave, además, como sociedad no debemos dar apoyo a grupos que intenten normalizar las relaciones entre adultos y menores de edad, ¡eso es un delito, no es un derecho! Debemos denunciar a los grupos pedófilos que detectemos en internet y en todas las redes sociales para impedirles la distribución de material fotográfico y pornográfico de niñas, niños y adolescentes, debemos tener en cuenta que el 70% de la trata de personas en modalidad de explotación sexual en menores es pedófila.
Si eres testigo de abuso sexual infantil llama al 911 o al 089 para denuncias anónimas.
Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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