El desprecio a nuestra verdadera identidad

Hoy, 9 de agosto, se conmemora el día Internacional de los Pueblos Originarios, proclamado por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas.

Dicha conmemoración, tiene por objeto que los gobiernos de los países, reflexionen y evalúen las políticas que han implementado para atender a las comunidades originarias, así como, dar voz a representantes de los pueblos para visibilizar sus demandas, y también promover la no discriminación, la inclusión, el acceso a la justicia,  la educación,  la salud, a una vida digna,  e impulsar permanentemente, el rescate de las tradiciones de nuestras comunidades que dan identidad a nuestro país.

                        Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 25.7 millones de personas, es decir el 21.5% de la población, se consideran pertenecientes a pueblos originarios, mientras que 12.025,947 millones de habitantes, 10.1% conforman la población total de comunidades  originarias en el país, también, 7.4 millones de personas, 6.5% de la población nacional se encuentra registrada como hablante de una lengua originaria.  Los estados que concentran mayor población de comunidades originarias son: Oaxaca 14.4%, Chiapas 14.2%, Veracruz 9.2%, Estado de México 9.1%, Puebla 9.1%, Yucatán 8.8%, Guerrero 5.7%, Hidalgo 5.0%;  en conjunto, estas entidades concentra el 75% de los pueblos originarios de México.

 

                        En relación a las cifras anteriores, Puebla se encuentra entre el cuarto y quinto lugar en concentración de comunidades originarias a nivel nacional y tiene una población de 601,680 habitantes de pueblos originarios en las que predominan los Mazatecos, Mixtecos, Popolocas, Tepehuas, Totonacos y Nahuas, estos últimos, con mayor número poblacional en la entidad, lo anterior, conforme al Atlas de los Pueblos Indígenas de México.

 

                        De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), el 69.5% de la población de comunidades originarias 8.4 millones de personas, experimenta una situación de pobreza, y el 27.9%, 3.4 millones de personas, están en pobreza extrema. Además, el 43% de los hablantes de alguna lengua indígena, no concluyeron la educación primaria, mientras que el 55.2% se desempeña en trabajos manuales de baja calificación.

 

                        Ahora bien, adicionalmente dentro de las comunidades de pueblos originarios, las mujeres y niñas, tienen que sortear todos los días problemas diversos como: discriminación, escasez alimentaria, poco o nulo acceso a la educación, embarazos no deseados, escaso acceso a servicios de salud reproductiva, contagio de enfermedades de transmisión sexual, violencia familiar, susceptibilidad  a delitos, como la trata de personas en modalidades de mendicidad, esclavitud, prostitución entre otras, asimismo, las medidas de aislamiento social por la pandemia de COVID-19, pueden implicar la cancelación de actividades económicas, como el cierre de mercados o del “día de plaza”, que representa un ingreso crucial para cubrir las necesidades alimenticias de las familias en las comunidades. Este impacto es mayor para las madres sin pareja en los hogares de pueblos originarios, ya que el 23.4% tienen jefatura femenina, de acuerdo al Sistema de Indicadores sobre la Población Indígena en México (INEGI 2015).

                        México, es una nación pluricultural y reconoce la libre determinación de sus comunidades indígenas, tal como está señalado en el artículo 2º Constitucional, además ha adoptado la Convención de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, sin embargo, los pueblos originarios se siguen enfrentando a la discriminación, a la exclusión, al escarnio de sus connacionales.

                        Es necesario, diseñar políticas públicas que atiendan las demandas de la pluriculturalidad del país, en las que se vean involucrados todos los pueblos originarios,  acercarles los servicios que ofrecen las oficinas gubernamentales, mejorar los servicios de salud, capacitar al personal médico en lenguas maternas, hacer más accesible la justicia, crear universidades que oferten programas de estudio acordes a sus necesidades, y en esta emergencia sanitaria se debe dar accesibilidad a la educación básica y media superior, valiéndose de la radio, ya que, la señal de televisión es más restrictiva, crear la infraestructura necesaria para que las comunidades más apartadas del país, tengan acceso a internet y promover la riqueza cultural de los pueblos originarios como una asignatura en la educación básica y media superior en todo el país.

 

 

  • Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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