Libertad de prensa y de expresión en la red

Este lunes se conmemora el día mundial de la libertad de prensa proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, que nos debe recordar la importancia que tiene el libre ejercicio de prensa y de expresión en nuestras sociedades modernas, puesto que dichas libertades generan equilibrios entre el poder y la población, al obligar a los gobiernos a dar respuestas a la sociedad civil, para ir construyendo espacios democráticos en el Estado y en todo el País.

Lamentablemente, de acuerdo con el reporte anual de la Federación Internacional de Periodistas, México ocupa el primer lugar mundial con 14 periodistas asesinados en 2020, seguido de Afganistán con 10 y Pakistán con 9.

  

                        La libertad de prensa y de expresión no solo se ejercen en medios impresos, televisivos o en radio, se ejerce también en internet de manera masiva, y ha provocado una profunda transformación en muchos niveles, incluso, en la comprensión de los derechos fundamentales. Esta circunstancia ha permitido establecer principios que deben observarse para no violentar el derecho humano de la libertad de prensa y de expresión en la red.

 

                         El acceso a internet ha modificado nuestras vidas, ya que ahora disponemos de un flujo impensable de información, que antes no concebíamos tener a nuestro alcance, sin embargo, esto no significa que estemos mejor informados, más bien nos exige validar las fuentes de información que consultamos para estar debidamente documentados, en consecuencia, la libertad de prensa y de expresión en internet comportan deberes y responsabilidades para quienes la ejercen, por ésta y otras razones, los Relatores de la Organización de Estados Americanos, al igual que los de la ONU, han insistido en el diseño de una reglamentación para salvaguardar la libertad de prensa y de expresión en la red.

 

                        A falta de una reglamentación para el ciberespacio, debemos tener en cuenta los seis principios rectores de la libertad de expresión en internet:

 

  • Acceso universal. Los Estados-Nación deben promover el acceso de todas las personas a la red, lo que implica expandir la infraestructura de Internet y el acceso a la tecnología necesaria para su uso, pero también promover la alfabetización digital y garantizar la pluralidad lingüística.

 

  • Pluralismo y diversidad. Cualquier medida que pueda afectar a Internet debe estar destinada a asegurar que sean más, y no menos, las personas, ideas, opiniones o informaciones que forman parte de la deliberación pública a través de este medio.

 

  • Igualdad y no discriminación. Los Estados deben asegurar que ni las leyes ni las condiciones sociales, económicas o culturales, establezcan barreras que limiten a las personas en su derecho a usar Internet, ya sea por razones ideológicas, de género, raza, idioma o ubicación geográfica, entre otras.

 

  • Privacidad. El derecho a la privacidad, según el cual nadie puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en su correspondencia, es un presupuesto del ejercicio del derecho a la libertad de expresión en línea que debe ser protegido por la ley y estrictamente promovido por políticas públicas.

 

  • Libre y abierta. Transparencia y neutralidad de la red. El principio de neutralidad de la red se basa en que ni los Estados ni los actores privados, pueden privilegiar el acceso de unos usuarios sobre otros a los datos que circulan en Internet. De esta forma, se garantiza la igualdad de acceso a la información en línea a todas las personas. Es deber de los Estados adoptar las medidas legislativas, administrativas, judiciales que sean necesarias para dar aplicación al principio de neutralidad de la red.

 

  • Gobernanza multisectorial. La gobernanza de Internet debe ser un proceso multisectorial en el que participen el Estado, los actores privados, la sociedad civil y las personas usuarias.

 https://www.revistaidh.org/ojs/index.php/ridh/article/view/148/77

 

                       La libertad de prensa y expresión fomentan el debate cívico, coadyuvan a que las sociedades estén informadas, que los gobiernos den cuenta de su actuar y contribuyen para que haya más democracia.

 

                        El mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas tiene que garantizar la integridad física de los periodistas que se encuentren en peligro, por lo que es necesario insistir en que dicho programa de protección no debe ser parte de la administración pública central, asimismo, se deben incrementar los recursos económicos asignados para cumplir con sus fines.

 

  • Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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