El próximo 6 de junio ejerceremos nuestro derecho político del voto, a fin de elegir representantes para ocupar cargos de diputados federales, diputados locales y presidentes de los 217 municipios del Estado.
Algunos candidatos han hecho valer su derecho de buscar la reelección, a diputaciones federales, en concordancia con lo que dispone el artículo 59 Constitucional, en cuanto a la reelección de diputados locales se encuentra previsto en el último párrafo del artículo 37 de la Constitución Local, y para la reelección de Presidentes Municipales está establecido en el artículo 102 fracción II de la Constitución de nuestro Estado.
El derecho a votar y a ser votado, es la expresión más común de la democracia, en la que cada una de las personas de los estados-nación participan y eligen a sus representante, para determinar su propio sistema político; esa libertad es un derecho humano reconocido por distintos instrumentos internacionales, tales como: La Declaración Universal de los Derechos Humanos, La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, EL Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, La Convención Americana sobre Derechos Humanos (más conocida como Pacto de San José), La Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, entre otros, así mismo, es un derecho fundamental que se encuentra previsto en el artículo 35 de nuestra Carta Magna, por lo cual, ejercer con responsabilidad y plena libertad el derecho de votar, contribuye a la consolidación de los derechos humanos y por ende, a un saludable estado democrático.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reconocido en diversas ocasiones que, “la democracia es un valor universal basado en la voluntad libremente expresada de los pueblos de determinar su propio sistema político, económico, social y cultural, y en su participación plena en todos los aspectos de su vida”, en este sentido, la democracia tiene como sustento la participación de los individuos en los asuntos de su comunidad y tal participación se manifiesta mediante el voto. En consecuencia, el derecho a votar, en lo particular, y los derechos político-electorales, en lo general, son trascendentales para la comunidad internacional, en medida que afianzan al sistema democrático y a los derechos humanos en general.
Ahora bien, es importe mencionar que, en nuestro sistema jurídico, los derechos políticos no solo son votar, ser votado, sino también el derecho a reunirse y asociarse políticamente, derecho de petición, derecho de acceso a la información, libertad de expresión, libertad de imprenta y libertad de culto, esencialmente. Todos estos derechos políticos son genéricos, por llamarles de un modo distintivo, pero adquieren un carácter de derechos político-electorales, cuando al ejercerlos existe una vinculación entre ellos y las elecciones, sin embargo, el derecho al voto es el más importante de todos los derechos políticos.
Finalmente, no debemos dejar pasar por alto que el derecho de votar conlleva potestades y obligaciones, tal como la Organización de las Naciones Unidas ha señalado en cuanto a que, los derechos humanos son ambivalentes, pues contemplan tanto derechos como obligaciones para el gobierno y para los ciudadanos; en el caso que nos ocupa, las obligaciones que tiene el gobierno consisten en proteger y respetar el voto, y respecto de las obligaciones del ciudadano son las de respetar el derecho de voto de los demás, por lo que en esta elección que se avecina, debemos mostrar nuestra madurez política-electoral de parte de los candidatos y de los ciudadanos, concientizándonos que con la compra de votos, alteración de boletas electorales, introducción ilegal de boletas a favor de un candidato, movilización masiva de simpatizantes, robo de urnas, entre otros, no se contribuye al fortalecimiento del estado democrático, y transgrede abiertamente los derechos humanos, además, esas prácticas deleznables generarán empobrecimiento político, económico, cultural y social, pues lo único que se busca es el poder por el poder, sin importar el interés colectivo, ni mucho menos el crecimiento de el Estado y del País. ¡VOTA LIBREMENTE!
- Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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