Amables lectores, en esta entrega quiero comentar un derecho fundamental e imprescindible para todos, me refiero a la “DIGNIDAD HUMANA”
, comprendida como el derecho que tiene cada uno de nosotros de ser respetados, valorados como seres humanos y como parte de la sociedad, implica una NO discriminación por pertenecer a alguna comunidad indígena o por ser mexicanos, por ser mujeres, por edad, por alguna discapacidad, por enfermedades, por nuestras posibilidades económicas, por profesar alguna religión, por nuestras opiniones, por nuestras preferencias u orientación sexual, por estar casado, divorciado, por vivir en unión libre, o cualquier otra que nos limite o nos anulen como seres humanos, por lo anterior, la “DIGNIDAD HUMANA”, es una cualidad que distingue a los seres humanos de los demás seres vivos, no podemos renunciar a esa característica en ningún momento, ni ante ninguna circunstancia, no la podemos transferir a otras personas.
La “DIGNIDAD HUMANA”, permite a las mujeres y a los hombres ser libres, desarrollarse plenamente y ser tratados por igual.
Existen todo un conjunto de normas nacionales e internacionales que garantizan este principio fundamental y eje rector de los derechos humanos; de entrada, la Constitución Mexicana en su artículo primero y en la mayoría de leyes o tratados internacionales celebrados y reconocidos por el gobierno mexicano, por lo tanto, debemos hacer valer nuestra dignidad ante cualquier hecho o acto que realicemos dentro de nuestro país, así como con el extranjero, si dejamos que nos transgredan nuestra “DIGNIDAD HUMANA”, dejamos de existir.
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