En fecha recientes volví a ver después de mucho tiempo, “Lawrence de Arabia”, la cinta del realizador británico David Lane, a mi muy particular criterio, una de las más emotivas y potentes obras de la cinematografía mundial.
En la trama de la cinta existen varios diálogos entre el General Allenby y el protagonista caracterizado por Peter O´toole.
El primero de ellos, jefe de las operaciones militares Británicas con comando destacamentado en Jerusalén en 1917, durante la Primera Guerra Mundial, en el frente de contención de las tropas del Imperio Otomano; representa en la trama los elementos propios de la astucia suprema; y, en uno de los diálogos en cuestión finaliza con una frase cuyo alcance resulta imperceptible y acaso incluso ociosa en apariencia: “yo combatiré como Clausewitz y usted lo hará como Saxe”.
Hombre acucioso en el estudio de las letras clásicas y de la instrucción militar, escribiría su celebre libro “Los Siete Pilares de la Sabiduría”, tras las operaciones que desplegara en Arabia al frente de las tropas conformas por tribus de beduinos del desierto en contra de las fuerzas militares turcas; beduinos partidarios del Príncipe Faisal, bisabuelo Abdalá II, actual monarca del reino Hachemita de Jordania.
El Tratado de la Guerra de Clausewitz, en el que se estudia la importancia de abocar la mayor información posible sobre el terreno que conforma el teatro de operaciones militares y sobre la conformación de los grupos humanos que lo habitan y despliegan su actuación en el mismo, a efecto de emplear la negociación como uno de los instrumentos e insumos de guerra a considerar, se complementa, de manera por demás palmaria con los elementos fundamentales de logística que permitan surtir adecuadamente lo que al efecto denominó: “las fuentes de abastecimiento”.
En contrapartida, Thomas Lawrence, destacaría la importancia de obtener consensos populares a partir de la acción sorpresiva llevadas a cabo por grupo pequeños, comprometidos en acciones bélicas sorpresivas, y a la que se le ha llegado a identificar como estrategia con lo que se denominó “foquismo guerrillero” a partir del triunfo de la rebelión de la “Sierra Maestra” en Cuba en 1959; los estudiosos han hurgado en el célebre libro chino de Tzun Tzú, sin embargo, Lawrence cita en su obra a Maurice de Saxe, Mariscal de Sajonia.
El próximo 23 de mayo se presentará la novela de mi autoría “La Danza de Giselle” en la que se aborda la historia centenaria del ejército mexicano, ante la encrucijada que como sociedad vivimos ante la discusión que en éstos momento se lleva a cabo en la Suprema Corte con motivo de los alcances constitucionales de la Ley de Seguridad interior, presentación que se llevará a cabo en la Sede del Cipae en la Ciudad de Puebla el próximo 23 de mayo a las 12. 300 del día, y a la que ojalá pudiesen acompañarnos, novela en la que se abordan precisamente éstos tópicos de índole militar.
Un Mariscal que vivió un siglo antes de Clausewuitz, cuya teoría de la guerra se desplegaría a cabalidad contra Napoleón en Rusia tal y como es descrita por León Tolstoi, no en balde, el propio oficial austriaco como disidente de la coalición de su nación con Francia, lucharía bajo el mando del Mariscal Kutusov en la batalla de Borodinos y en toda la campaña Rusa; cúmulo de sapiencias que se condensan de manera imperceptible en la frase final de un diálogo entre Allenby y Thomas Lawrence en la formidable cinta de David Lane.
Pd. Lamentablemente no podrá acompañarnos como invitado especial don Tomás Ángeles que sufrió una lastimadura, al parecer leve en una pierna, pero uno de los ponentes será nuestro amigo ,Antonio Tenorio Adame, quién ha iniciado una intensa campaña para preservar como sede del Cabildo Municipal de Tehuacán, el edificio que tradicionalmente le ha servido de albergue de manera inveterada, campaña en defensa del patrimonio histórico de Tehuacán y del país entero que esperemos fructifique tanto como las de Thomas Lawrence en Arabia.
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