Todos los días somos testigos de actos de intolerancia en la calle, en las escuelas, en los espacios de trabajo, en las redes sociales e incluso en los hogares, es por ello, que cobra particular importancia promover la enseñanza en la no violencia, y el sector educativo es fundamental en esta tarea, ya que se deben diseñar programas de estudio que promuevan desde la educación básica hasta el nivel profesional “la cultura de paz”, como herramienta para la solución de conflictos a través del diálogo pacífico, basándose en los principios de justicia y en la participación de las personas, con reglas claras para fomentar en los individuos; el respeto por la vida, la armonía, la seguridad, la pertinencia con la sociedad y por ende el recate de valores tales como: solidaridad, respeto, amor, trabajo y convivencia.
Los hechos son claros y contundentes.
Hoy festejamos a las niñas y los niños en todo el país y usted que me lee, estará de acuerdo con el que escribe, que representan el amor más puro y son la alegría más grande que tenemos como padres, tíos, abuelos; sin embargo, las niñas y los niños son un sector de la población muy susceptible de ser vulnerados por adultos con trastornos psicológicos y que posiblemente en su infancia también fueron violentados.
La raíz de Aquiles Córdova Morán está asentada en uno de los rincones de la Mixteca Poblana, que desde 1940 estaba olvidada de la “mano de Dios”, ni qué decir de los gobiernos en turno, que quizás alguno, o varios de ellos, no sabían que existía Tecomatlán.