Innovación BUAP beneficia a productores poblanos

Desde una visión sustentable y económica, el Laboratorio de Manejo Agroecológico de Plagas del Instituto de Ciencias de la BUAP, que dirige el doctor Agustín Aragón García, contribuye al control de infestaciones que afectan diferentes cultivos en Puebla, mediante métodos alternativos a los químicos, con lo cual aportan soluciones a problemas de los productores de la región.

          Ubicado en el Ecocampus Valsequillo, este laboratorio ha sabido conjugar los saberes más tradicionales con la experimentación científica y dar paso a propuestas efectivas en el manejo y control de plagas, como la cochinilla, hormiga arriera, hormiga de fuego, chapulín, la conchuela, el gorgojo del frijol, la palomilla del maíz y el psílido en los aguacates, entre otras.

 

El nopal y la cochinilla (Dactylopius coccus)

Puebla ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la producción de nopal y tuna, exportando a otros países como Estados Unidos, Canadá y algunas regiones de Europa y Sudamérica. Con la venta anual de casi 32 mil toneladas se generan recursos económicos para más de 2 mil familias en el estado, en municipios como Acatzingo, uno de los mayores productores, seguido de Santa Isabel Cholula, Quecholac y Zacapala.

          A pesar del crecimiento en la producción y venta, los cultivos están amenazados constantemente por un insecto conocido como cochinilla o grana (Dactylopius coccus), el cual seca las pencas en menos de seis meses si la plaga no se controla.

          La cochinilla o grana es un insecto de aspecto algodonoso, cubierto por un polvo blanco que se desprende fácilmente, y aunque existen distintas especies, la cochinilla “fina” es mundialmente famosa por producir un colorante rojo intenso, utilizado desde la época prehispánica para pigmentar diferentes materiales.

          En Puebla, la cochinilla ha causado afectaciones en Tlaxcalancingo, donde se siembra el nopal verdura, así como en Acatzingo, donde se cultiva el nopal tunero, es por eso que los productores buscaron apoyo en esta Universidad, con el fin de encontrar una alternativa sustentada en la ciencia aplicada para combatir esta plaga, con un método sencillo, económico y eficaz.

           “Nuestra tecnología se basa en usar productos creados a partir de extractos vegetales como el chicalote (Argemone), una planta mexicana que previamente estudiamos en el laboratorio y que procesamos para poder obtener una sustancia eficaz contra la plaga de la cochinilla”, explicó en entrevista el doctor Agustín Aragón.

          Esta planta se mezcla con agua 24 horas antes de utilizarla, de tal forma que por cada litro se adicionan 30 gramos. Tras un reposo de 24 horas, se filtra con una malla fina y después se aplica una semana sobre los cultivos de nopal.

          Como parte del proceso, el doctor Aragón añadió que en la segunda semana se realiza una aplicación con jabón, el cual tiene que ser exclusivamente neutro (tipo Zote)  y no detergente porque dañaría el suelo agrícola.

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