Triunfa Gerardo Rivera en Tlaxcala

 

En una tarde agradable del día de "todos los santos" y ante un lleno en la plaza de toros Jorge Aguilar "El Ranchero", sonaron parches y metales para hacer el paseíllo encabezado por el charro Marcos Macías y la joven escaramuza Ana Karen Sánchez. Gerardo Rivera tomó la alternativa con el toro “Ave” número 134 y 491 kilos. Un toro serio de cara, delantero de pitones y alegre en su recorrido, con transmisión. Gerardo con un vestido azul turquesa y oro se fue a portagayola para emocionar a los presentes desde el principio. Después de la larga cambiada, toreó con mucho sabor con el capote. Deleitó al poner las banderillas en buen sitio mostrando sus facultades. Esta vez, en su primer toro como matador, el brindis fue para sus padres, Gerardo dio muestra de toreo clásico, faena derechista con pases de calidad. Finalmente, mató con un espadazo en buen sitio para recibir lo que sería la primera oreja de la tarde que ya pintaba para el triunfo.  

Con su segundo, de nombre "Trochas" con 464 kg  Gerardo Rivera también recibió a portagayola e hizo un escándalo al poner las banderillas. Con la muleta consintió a su toro que tenía una marcada tendencia a tablas y logró hilvanar tandas por el derecho con largueza y temple y de gran calado en los tendidos. Espadazo en buen sitio y oreja para conseguir la salida en hombros. El matador hidrocálido Joselito Adame, y ya padrindo de alternativa de Gerardo Rivera, tuvo una tarde variada. Ataviado en un elegante traje negro y oro, el diestro logró faenas variadas y completas. Su primer enemigo, llamado "Pardito" con 500 kg bien presentado, fue claro aunque con poca transmisión, Adame hizo una faena cerebral y completa. Llena de plasticidad y sitio. 

Girando sobre los talones entre cada muletazo, a una distancia corta y con profundidad. Tandas principalmente por la diestra que conectaron con el respetable. Sonora ovación con su toro. Su segundo se estrelló los pitones antes de salir de los chiqueros. Ante evidente lesión y solicitud del respetable, se cambió el toro. En su lugar saltó uno con 430 kg de nombre "Copetón", con pitones y con claridad en las embestidas. Adame volvió a lucir con mucha clase, empaque en sus trazos pero no logró mayor eco la faena por tener un toro con poca transmisión. Terminó su faena con desplantes que gustaron al público. Recibió ovación en su lote. 

Finalmente, el queretano Octavio García “El Payo” escribió dos faenas enteramente distintas y ambas con sello, personalidad y conocimiento. De azul purísima y oro, Octavio ha realizado una lidia con ritmo, sin descomponer la figura. En suma, con profundidad. Su primero, llamado "Agijado" con 508 kg fue un toro bonito de lámina y hechuras, con pitones y el cual tuvo la virtud de la nobleza. El matador dibujó trazos por el lado natural, dejando la muleta abajo y con los brazos desmayados, que quedarán para el recuerdo de quienes ahí estuvieron. 

Lamentablemente la espada le negó el trofeo, pero dio una vuelta al ruedo con mucha fuerza. Su segundo toro, "Velador", no tuvo la movilidad ni transmisión que su primero, pero aún así, El Payo supo aprovechar las condiciones que le presentó su enemigo. Esforzándose para robar muletazos de calidad, acompañando sus pases con la cintura y templado. Pinchazo y estocada entera para escuchar palmas.