Teziutlán, Pue. Se encuentran los toros listos de la ganadería de Zacatepec que encabezan Bernardo, Mariano y Juan Pablo Muñoz, para la primera corrida de la llamada “feria del toro” para Teziutlán en su edición 2017. El ambiente que se ha gestado alrededor de esta corrida es inmejorable ya que El Pinal, es una de las plazas más importantes del estado poblano y una de las ferias que abre el circuito de festejos a nivel nacional. Ya que los meses de junio y julio son muy bajos en cuanto a corridas se refiere en el suelo azteca.
Los hermanos Muñoz han seleccionado para este domingo 30 de julio, un encierro muy rematado en trapío y que seguramente no tendrá objeción para la afición “Serrano costeña” que ya se ha sumando de manera copiosa en las taquillas de la hermosa plaza de toros. Cabe señalar que la posición geográfica de la “perla de la sierra” le permite convocar a público de la capital de Puebla así como del Estado de Tlaxcala y Veracruz. Una plaza de toros que además de estar completamente techada es muy cómoda.
ZACATEPEC, PARA TOREROS
Ejemplares con evidente edad, muy en el tipo de esta casa ganadera han sido seleccionados para la primera corrida de feria. Una cabaña misma que le caracteriza la bravura y la fuerza, como lo demostró en la pasada temporada chica en la plaza de toros México. La corrida está programada a las 4 de la tarde y el cartel lo encabeza el matador imán de taquilla Uriel Moreno “El Zapata”, alternando con el hidrocálido Fabián Barba y el tlaxcalteca Gerardo Rivera quien tomó la alternativa en la pasada feria de Tlaxcala y que conoce bien el encaste Murube que corre por las venas de los potreros de Zacatepec.
La empresa Alma Taurina que dirigen los hermanos Llarena, ha realizado un esfuerzo importante para la selección de las ganaderías a lidiarse en esta feria taurina como lo es Zacatepec, ya que desde hace varios meses se metieron de lleno al campo bravo con el
objetivo de tener para esta plaza, una feria donde el común denominador sea la seriedad en el ganado y su bravura. Una manera de devolver a Teziutlán su esplendor como bastión de la fiesta brava.
