Tetla, Tlax. En el marco de los festejos del 112 aniversario de existencia, el ganadero Rafael González Bocardo y familia, quienes llevan los destinos de la casa ganadera de Coaxamalucan, abrieron las puertas del albero de tientas para llevar a cabo labores camperas en un día donde el sol pintó de dorado los potreros tlaxcaltecas y se conmemoró un año más de una cabaña brava que ha escrito páginas de historia en la tauromaquia mexicana.
Para este día, los encargados de las labores fueron los hermanos José Luis Angelino y Angelino de Arriaga quienes pudieron dictar cátedra ante la bravura, calidad y transmisión de las cuatro hembras que aparecieron en el amplio ruedo inaugurado en 1907. Cada matador pudo torear a base de técnica, valor y conocimiento las vacas que le correspondieron en suerte y permitieron al ganadero Rafael González Bocardo hacer las anotaciones conducentes en su libro de registros de tientas.
DE CUATRO… CUATRO
Desde la primera vaca hasta la última, los invitados no tuvieron momento alguno para la distracción pues de las cuatro vacas que fueron toreadas, las cuatro exhibieron la bravura que corre por los potreros de esta casa ganadera tlaxcalteca con tanta historia. Sin duda, la última vaca resultó un ejemplar sumamente completo. A la que Angelino de Arriaga toreó a placer y permitió que los ganaderos pudieran reconocer que los esfuerzos realizados diariamente en los potreros, siguen rindiendo buenos resultados.
JOSÉ LUIS ANGELINO
El matador de Apizaco José Luis Angelino también mostró ese reposo y madurez que le brindan sus 18 de alternativa, grata sorpresa hubo cuando le dio “las tres” a Carolina y Jesús, dos pequeños de 10 y 6 años respectivamente, sus alumnos de la escuela taurina de Tetla que él dirige. Área del saber taurino donde sus bases son: valores morales, éticos y después técnicos.
Grata revelación fue el joven ganadero Carlos García Méndez quien destacó en las labores de pica. En las ayudas estuvo el matador español “El Palentino” así como el joven matador tlaxcalteca Gerardo Sánchez y el novillero Emilio Saavedra.
Posterior a las labores camperas, la familia González Bocardo invitó a los asistentes al comedor para disfrutar de los alimentos y continuar platicando de una tarde que se fue apagando al calor de las ilusiones de ver lidiar en breve a una de las ganaderías más emblemáticas del suelo patrio y cuyos éxitos se siguen escribiendo en las plazas donde aparece anunciada. Como lo fue recientemente en Apizaco, Tlacolula Veracruz, Pachuca y Chachapa Puebla.
Cabe señalar que en este mes de marzo se cumplen 5 años del fallecimiento del ganadero Rafael “El Cuate” González, padre de Rafael, Gilda y Vero González Bocardo. Familia que además de Coaxamalucan, llevan los destinos de la casa ganadera de “El Cuate” González.
