Tlaxcala, Tlax. Plaza Jorge Aguilar "El Ranchero". Tradicional corrida de La Gloria, conmemorando también 500 años del encuentro de dos culturas. Festejo nocturno, clima agradable, media entrada, buen ambiente. Cuatro toros de Felipe González encaste Saltillo y dos de Tenopala, encaste Parladé.
ANTONIO FERRERA, UNA OREJA Y FUERTE PETICIÓN DE LA SEGUNDA
Antonio Ferrera ataviado de grana y oro recibió al primero de la noche llamado “500 años”con 520 kilos No. 383 toro fijo, claro y al que le pesaron los kilos. Vino a menos pronto, Ferrera estuvo esforzado pero el toro se paró pronto. El español abrevió con la espada y escuchó palmas.
Su segundo toro también de Felipe González buscó tablas desde salida, incluso saltando al callejón en una ocasión. El matador español lo lanceó con la capa con sabor aunque el toro protestaba. El castaño no quiso saber del picador pero fue bueno para el de a pie, pues aunque protestaba al final del muletazo, pasaba completo, obedecía a los toques y se desplazaba. Tandas con mucho calado por ambos lados, por el izquierdo corrió la mano muy abajo Antonio, con abandono. Al final de la faena regaló detalles que ahí quedaron en las galerías fotográficas. Oreja con fuerte petición de la segunda. El juez ordenó arrastre lento al toro.
JOSÉ LUIS ANGELINO
José Luis Angelino, azul noche y oro, su primero fue un toro de Tenopala mulato, delantero de pitones, muy en el tipo Parladé que tuvo transmisión de salida, iba de largo y Angelino lo aprovechó para realizar ramillete de chicuelinas a compás abierto. Ya con la muleta, el toro vino a menos, tomaba claro los engaños pero no terminaba completo el cuarto muletazo. Por lo que se frenaba a medio viaje al final de la tanda, no lograba desplazarse en el último muletazo. Voluntarioso José Luis en todo momento y escuchó palmas por su labor.
Su segundo fue un bello cárdeno de Felipe González, muy en el tipo Saltillo de la línea de esta casa ganadera, que toreó con sabor con la capa el matador de Apizaco. José Luis cubrió con su hermano Gerardo el segundo tercio (banderillas) haciendo gala de facultades y clase. Cuidando mucho al toro ya que era justo de fuerza. Pero el cárdeno vino a menos con la muleta, cambiando de lidia y por momentos desparramando la vista a los tendidos. Labor voluntariosa del matador, pegándose un arrimón intentando de todo y queriendo agradar al respetable en todo momento. Estocada impecable y el juez José Luis Andriano concedió las dos orejas.
OCTAVIO GARCÍA “EL PAYO”
De azul turquesa y oro, el rubio queretano no tuvo materia prima en el principio. Su primer toro fue complicado, malo. Octavio intentó pero el de Felipe González no quiso así que abrevió y escuchó palmas.
El segundo de su lote, el cierra plaza fue un Tenopala, burraco, bien puesto de pitones que de capa regaló detalles pintureros, iba de largo a los engaños, bravo y al que El Payo le pegó una media Verónica que dejó aroma. El Parladé fue de largo al caballo y se vio espectacular el encuentro. Con la esperanza de ver faena de altos vuelos, el de Tenopala, ya con la muleta duró poco. El matador estuvo esforzado, con muletazos con mucho empaque pero que, ante la falta de repetición del toro, se perdía la transmisión a los tendidos. Pinchazo y descabello para escuchar palmas.
Al final del festejo, el matador tlaxcalteca José Luis Angelino salió en hombros de la plaza como el triunfador de la noche.
