Durante la conferencia vespertina de realizada este miércoles por la Secretaría de Salud (SSA), el director General de Epidemiología, José Luis Alomía, explicó que el seguimiento de casos durante esta fase 3 de contingencia sanitara se realiza principalmente mediante 4 estrategias, entre las cuales se encuentra la Unidad de Salud Monitora de Enfermedad Respiratoria (USMER), la encargada de trabajar con el Modelo Centinela.
Respecto a las 475 unidades USMER, Alomía declaró que “estas unidades son las que pueden tomar muestras a casos ambulatorios, lo hacen al 10% de los mimos, pero también muestrean al 100% de casos graves y, en su momento, al 100% de defunciones”.
La labor de dichas unidades tiene el propósito de identificar la carga de estimación de todos los enfermos de las vías respiratorias, incluyendo aquellos que sólo presentan síntomas leves y que no requieren asistencia hospitalaria. Mientras tanto, todas aquellas unidades que no son consideradas dentro del sistema USMER pretenden determinar exclusivamente la carga de enfermedad grave, así como las defunciones.
El Modelo de Vigilancia Epidemiológica que se aplica actualmente en México contempla de igual forma el trabajo de 51 laboratorios privados evaluados y validados previamente por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos.
Alomía agregó que la última estrategia consta de la Red de Infección Respiratoria Aguda Grave, mejor conocida como Red IRAG. Esta es la encargada de del monitoreo de ocupación y disponibilidad hospitalaria a nivel nacional, así como lo relacionado a los ingresos, egresos y defunciones de los pacientes.
Además, respecto a la aplicación de pruebas de laboratorio, el director General de Epidemiología señaló que, conforme a lo informado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y al igual que en Estados Unidos, la SSA prioriza el uso de las dichas pruebas para quienes tengas sintomatología relacionada al coronavirus y se encuentren hospitalizados o que trabajen en unidades de salud, en casas de congregación, incluyendo prisiones y albergues.
En un segundo nivel se priorizan a las personas con síntomas potenciales de COVID-19, es decir aquellos que presentan tos, fiebre, dificultades respiratorias, escalofríos, dolor muscular, pérdida del olfato o gusto, vómito o diarrea y/o dolor de garganta. Alomía finalizó diciendo que, al igual que el país vecino, México también contempla en el uso de pruebas a los casos monitoreados bajo el Modelo Centinela.