El cambio climático, según el Banco Mundial, podría provocar aún más desplazamientos masivos. De acuerdo con un informe del organismo de 2018 más de 143 millones de personas podrían convertirse en “migrantes climáticos”, expulsados de sus hogares por inundaciones, sequías y falta de agua, lo cual provocará mayor escasez de suministros regulares de alimentos y agua, señaló la vicerrectora de Docencia, María del Carmen Martínez Reyes, al inaugurar el Segundo Congreso Internacional Migrante, en el Paraninfo del Edificio Carolino.
En este contexto, agregó, los migrantes son objeto de discriminación, exclusión y persecución, que tornan este fenómeno un problema social. Es precisamente en los espacios académicos donde se promueve el intercambio, discusión de experiencias y resultados de investigación que llevan a asumir acciones conjuntas para la solución de problemas como este.
“En las sociedades del conocimiento las universidades son las principales responsables de la generación y aplicación de soluciones innovadoras para atender los fenómenos que impone la realidad social, ambiental y económica”, expresó.
En representación del Rector Alfonso Esparza Ortiz, la vicerrectora de Docencia consideró que otro de los retos más significativos es concientizar a quienes toman las decisiones sobre el impacto de la migración en la recomposición de estructuras familiares, el efecto en los menores que son separados de los padres a causa de los desplazamientos voluntarios o involuntarios.
