Derivado del análisis que realizó el área de investigación de Sí por México del Plan Nacional de Desarrollo y con base en datos oficiales, la razón de mortalidad materna en México ascendió a 45.2 en noviembre del 2020, lo cual es el más alto registrado en toda una década en el país.
La razón de mortalidad materna ha aumentado en 36% en este sexenio, comparando el dato de 2018 con 2020. La mortalidad materna llevaba una tendencia de reducción considerable desde el año 2011, de manera que entre 2011 y 2018, antes del inicio del actual gobierno, se había registrado una mejora de más de 24% lo cual implica que en promedio, la mortalidad materna iba disminuyendo en 3% al año.
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Las entidades con más defunciones maternas son: Edo. de México (106), Chiapas (57), Jalisco (47), Puebla (42) y CDMX (40). En conjunto suman el 34.9% de las defunciones registradas. Estos datos ubican a México como el país con mayor tasa de mortalidad materna entre los miembros de la OCDE. Más aún, la distancia con el país más cercano que era Turquía ha aumentado casi al doble debido al empeoramiento en México.
“Bajo esta situación, resulta sorprendente que el gobierno esté destinando cada vez menos recursos a resolver este problema. Desde 2019 se había mermado el presupuesto para el Programa de salud materna, sexual y reproductiva en 4.8%, cayó un 0.6% entre 2019 y 2020, y por increíble que parezca el gobierno propuso una caída de presupuestos adicional de 12.16% para 2021.
Esto implica ir exactamente en el sentido contrario del que se requiere.” La reducción en el presupuesto para el Programa resulta preocupante ya que, según los expertos, la mayoría de las muertes maternas ocurren por alguna de 4 causas directas: hemorragia obstétrica, desórdenes de hipertensión durante el embarazo, complicaciones por abortos no seguros o espontáneos y sepsis relacionada con el alumbramiento.
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Todas estas causas cuentan con intervenciones clínicas conocidas para prevenirlas y curarlas, sin embargo, dichas intervenciones no pueden ser provistas a las madres que las necesitan si no se cuenta con los recursos necesarios para contratar al personal, y comprar los equipos y medicamentos necesarios, especialmente en las zonas más marginadas del país