De acuerdo con una entrevista con Gilberto Vladimir Montalvo, abogado del mecánico Ricardo Montiel, acusado del accidente en que murieron Martha Erika Alonso, Rafael Moreno Valle y tres personas más para el semanario Proceso, el piloto Roberto Coppe sufría una intoxicación por monóxido de carbono al momento del accidente.
Según la publicación la necropsia practicada a Coppe Obregón sufría una intoxicación por la presencia en su sangre de un 30% de monóxido de carbono, elemento que no fue abordado en el peritaje de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes al momento de determinar las causas del desplome de la aeronave en que viajaba la exgobernadora el 24 de diciembre del 2018.
De acuerdo con la declaración de Vladimir Montalvo, existen además de este, otros elementos que no fueron incluidos en el dictamen de la autoridad federal sobre el incidente ocurrido en terrenos de cultivo de Santa María Coronango.
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El litigante asevera que de acuerdo con lo que determina la necropsia del piloto, Roberto Coppe habría podido estar inhalando durante un largo periodo de tiempo dichos gases emitidos por la aeronave, causando con esto su desmayo o incluso tener alucinaciones.
Sobre los dictámenes forenses de las otras cuatro personas fallecidas tras la caída de la aeronave, Montalvo afirma que ninguna presentaba la misma situación; reconoció que esto no podría ser investigado más a fondo, debido a que todas las víctimas fueron cremadas sin haber pasado las 24 horas del percance, hecho que apuntó fue ilegal.
Por otro lado en cuando a la defensa de los señalados por la muerte de los Moreno Valle, mismos que enfrentan los delitos de homicidio culposo, daño en propiedad ajena y falsedad de declaración, señala que este descubrimiento en la investigación serviría para demostrar que no se agotaron todas las instancias para determinar la causa del desplome de la aeronave.
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En lo que refiere a la Fiscalía General del Estado, el defensor señaló que ha centrado sus señalamientos contra doce personas, de las cuales nueves se encuentran tras las rejas, tras el peritaje de la Agencia Federal de Aviación Civil de la SCT.
Refirió que dicho documento no tiene valor punitivo además de presentar irregularidades, aunado a que la falla en los dos actuadores de la aeronave que apuntan como la responsable del siniestro, de acuerdo con expertos internacionales, es improbable que se presente y nunca se ha presentado en la historia de la aviación.
Otro de los miembros del bufete defensor incluso señaló que la FGE sólo se ha basado en dicho documento, sin llevar a cabo ninguna diligencia, pese a que intervendrían en el proceso de investigación sobre lo sucedido.
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Añadieron que para que esta falla fuera la responsable del percance, se tendrían que haber conjuntado el exceso de velocidad de la aeronave y la falta de pericia del piloto, mismas que tampoco se encuentran asentadas en dicho dictamen; incluso si esto hubiera ocurrido, los señalados sólo estarían involucrados en la falla de dichos componentes técnicos.
Durante la charla, los litigantes recurren a la propia investigación, pues afirman que de acuerdo con las bitácoras de vuelo del Augusta 109S de matrícula XA-BON, tras reportarse esta falla otros pilotos realizaron 53 vuelos en la misma aeronave.
Sobre la existencia de otras hipótesis en cuanto a la causa del percance, Montalvo afirma que de acuerdo con versiones de los testigos, quienes presenciaron la caída escucharon “como si se apagara el motor”, hecho que coincide con el dictamen de Ian James Foord, ajustador contratado por la compañía de seguros Global Aerospace.
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Dicho perito apunta a una causa diferente, pues de acuerdo con la versión que maneja el desplome se dio por una pérdida de potencia en el motor, por lo que el piloto no pudo recuperar el vuelo o maniobró erróneamente.
Afirman que esto se determinó debido a que las palas de ataque del rotor principal no se encontraban tan dañadas y sólo una se desprendió, señal de que no existió exceso de velocidad, pero esta teoría jamás fue investigada por las autoridades.
Agregaron que esta pérdida de potencia es normal en las aeronaves y los pilotos están capacitados para recuperarla, punto en el que habría intervenido la intoxicación que presentaba Coppe Obregón.
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Destacan que dicha línea de investigación que concluye como la causa probable “un error del piloto”, sí se encuentra asentada en la CDI 19766/2018 de la Unidad de Investigación Especializada en Homicidios de la Fiscalía.
Lo único que no se podría determinar, sería la razón de la falla de potencia, esto debido a que los datos de la unidad de control de combustible fueron destruidos por el fuego.
Finalmente otras causas, como la falta de una pieza, nunca fueron investigadas, además de que cabe resaltar que sólo los tres ejecutivos de Servicios Aéreos del Altiplano siguen el proceso en libertad, mientras que Antonio N, propietario del taller, y cuatro de sus trabajadores, Ricardo, Miguel, Israel, Magadalena e Iris Cristina permanecen en los penales de San Miguel y Huejotzingo.
