La inseguridad, la violencia, la indignación, el autoritarismo, las crisis económicas, la corrupción y la inaplicabilidad de la ley, son algunas causas de las manifestaciones sociales en nuestro país, y muchas de esas expresiones sociales, han dejado una herida abierta en México, como lo son: el movimiento de 1968, en el que cientos de estudiantes fueron brutalmente asesinados cuando se manifestaban en el barrio de Tlatelolco, el ataque paramilitar del 10 de junio de 1971 en el D.F, en el que 70 jóvenes murieron; la matanza del 22 de diciembre de 1997 en Acteal, Chiapas, en el que un grupo paramilitar asesinó a 18 menores de edad y 27 adultos, la tortura a decenas de mujeres en Atenco en mayo de 2006, los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa y las protestas de mujeres que hace unos días fueron encapsuladas por la policía de la CDMX, cuando se manifestaban y que desafortunadamente, están siendo descalificadas como mujeres que quieren atacar o afectar al Estado.