Rumor Sin Fronteras | Puebla tiene una constitución 'distorsionada, sin alma y al servicio de unos cuantos'': ERL

Era mayo del 2019 y el jurista Ernesto Ramírez López presentó al candidato al Gobierno, Miguel Barbosa Huerta, las conclusiones del Foro sobre Estado de Derecho y Administración de la Justicia en el Estado, entregándole la propuesta de una Nueva Constitución para Puebla, donde participaron barras y colegios de abogados, especialistas en Derecho, catedráticos, universitarios y sociedad.
El abanderado de Morena tomó el documento, agradeció a los participantes, como a los coordinadores de los foros que se realizaron en el territorio poblano, Ignacio Mier Velazco, presidente del Comité de Administración de la Cámara de Diputado Federal y Ernesto Ramírez, Doctor en Derecho.
Barbosa ganó la elección en junio y el primero de agosto 2019 asumió la gubernatura.
“Guardó en el baúl” el documento-propuesta de una nueva Constitución.
Avaló continuidad y reelección de Héctor Sánchez Sánchez en la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia –TSJ-
Incluso, “lo destapó” para sucederlo en Casa Aguayo.
Para después emprender una cacería, hasta obligar a Héctor Sánchez a renunciar a la Presidencia del TSJ y, posteriormente dejar el cargo de Magistrado; pues de no hacerlo, la Fiscalía ya tenía –tiene- lista a ejecutar una Carpeta de Investigación.
¿Y la iniciativa de mayo 2019?... Nada, absolutamente nada.
Transcurrió 2020, 2021 y 2022, y el documento “dormía –duerme- el sueño de los justos”.
Fue el 6 de octubre de 2022, cuando el Congreso aprobó la Reforma al Poder Judicial, enviada por Barbosa Huerta, la cual destacó por imposición de Carlos Palafox Galeana en la Presidencia del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial.
Veintiún días después, en Pleno Extraordinario los magistrados designaron Presidenta del TSJ a Margarita Gayosso Ponce, que pasó de ser la primera mujer en presidir el Poder Judicial a convertirse en “florero”, pues el poder real lo tiene y ejerce Palafox Galeana.
Por cierto, las modificaciones al Poder Judicial, como nombramientos de los nuevos Magistrados, las cabildeó y avaló Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien presidía la Junta de Coordinación Política del Congreso y lideraba la bancada de Morena, y a partir del 15 de diciembre es gobernador sustituto.
 
PUEBLA TIENE UNA CONSTITUCIÓN
DISTORSIONADA Y SIN ALMA
 
El apunte anterior es para encuadrar y dar vigencia a lo expuesto en mayo 2019 por el jurista Ramírez López -que al corte de hoy guarda total y absoluta vigencia-, quien señaló:
Sócrates decía que cuatro eran las características que deben corresponder a un juez: “Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente”.
Es complejo pensar que esto sea posible, cuando de inicio sabemos que el nuestro, “es uno de los poderes judiciales peor calificados del País”.
No se puede pensar en una respuesta cortés, cuando los juzgados son –en buena parte- corteses con quienes encuentran ventajas en algo más que sus legítimos ingresos.
Además, la carrera judicial aún no es una realidad en Puebla, y se “continúa sometido a normas que privilegian” las decisiones sobre la selección de los altos rangos del Poder Judicial y el Consejo de la Judicatura en quienes tienen “como único mérito la sumisión hacia uno de los Poderes” –el Ejecutivo-
Abundó, no se puede juzgar prudentemente, ni decidir imparcialmente, cuando la estructura Constitucional y las Leyes secundarias no garantizan a los juzgadores el derecho a la defensa frente a los embates de los órganos encargados de la disciplina judicial.
“Serias lagunas Constitucionales en el Estado, y en sus Leyes Secundarias, ponen en entredicho la capacidad del Consejo de la Judicatura” para ejercer de manera transparente, objetiva, imparcial y apegada a Derecho su función, permitiendo que los juzgadores puedan resistan los embates que reciben como respuesta “a su oposición a instrucciones inmorales”.
Lanzó el exhorto:
“No podemos aceptar el permanecer en una sociedad que ignora a sus niñas y niños, que golpea a sus ancianas y ancianos, que ignora el dolor de sus mujeres y sus frustraciones, que discrimina, incluso a sus propios pueblo originarios y nos expone a la venganza de la turba ante la ausencia de la certidumbre de justicia”.
¿Cómo detener esta descomposición?...
Esa tarea solo la pueden construir las y los poblanos, y no podríamos aceptar otra respuesta que sea volviendo la vista al documento que nos une y nos identifica como sociedad, que nos da rostro propio: Nuestra Constitución, y entonces, a partir de ella, la inflexible aplicación de la Ley.
Recordaré las palabras de Henry Amiel: “Mira dos veces para ver lo justo”, dijo para rematar:
“Puebla tiene una Constitución sin alma, distorsionada y para beneficio de unos cuantos, y no de los poblanos”.
“Y un Poder Judicial sumiso al gobernante”.
Apunte severo, crítico y real de Ernesto Ramírez López, que plasmó un mayo del 2019, y cuya narrativa no ha cambiado al continuar teniendo Puebla y los poblanos “una Constitución sin alma y distorsionada al servicio de los poderosos”.
¿Hasta cuándo cambiará la historia del Poder Judicial?
¿Hasta cuándo llegará la justicia al que menos tiene?
Al tiempo.
Puebla de zaragoza °C
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