Hoy festejamos a las niñas y los niños en todo el país y usted que me lee, estará de acuerdo con el que escribe, que representan el amor más puro y son la alegría más grande que tenemos como padres, tíos, abuelos; sin embargo, las niñas y los niños son un sector de la población muy susceptible de ser vulnerados por adultos con trastornos psicológicos y que posiblemente en su infancia también fueron violentados.
De acuerdo con el informe regional de “Out of the Shadows”, elaborado por la unidad de análisis de The Economist, América Latina está por debajo de la media global en cuanto a leyes que protegen y responden a la violencia sexual contra menores; un problema que afecta a millones de niños cada año. En dicho informe se analizó la situación de Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Jamaica, México, Perú y Venezuela, en relación con la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes en sus leyes y sus políticas públicas. El informe sitúa a Brasil y México a la cabeza de la región con leyes que sancionan los delitos contra menores como lo es: el abuso sexual, la violación, entre otros, a pesar de ello, en muchos casos no hay sanciones para los que realizan ese tipo de actos delictivos.
Las niñas y niños se encuentran en un doble riesgo, en primer lugar, expuestos ante las organizaciones delictivas que se dedican a explotar sexualmente a infantes, que se han incrementado exponencialmente, debido a la gran demanda de pedófilos extranjeros y nacionales que los contactan, con el fin de tener encuentros sexuales con menores. En segundo lugar, ante los adultos pedófilos ya sea en casa, en la escuela o en las calles.
De acuerdo con el Dr. Humberto Durán Ponce de León, la pedofilia es un trastorno psicológico que consiste en la atracción erótica o sexual que una persona adulta siente hacia niños o adolescentes, y la pederastia es el abuso sexual cometido con niños, sin embargo, puede señalarse que, actualmente el termino pedofilia ha perdido el carácter inocuo y se refiere directamente a la práctica abusiva y delincuencial, de modo tal; que hoy en día, pedófilo y pederasta son términos intercambiables.
De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, México genera el 60% del material pornográfico infantil que se consume en el mundo, asimismo, más de 4 millones de niños y niñas son víctimas de abuso sexual en México y según la OCDE, México tiene el primer lugar mundial en estos delitos.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos ha afirmado reiteradamente que, tanto la Convención Americana como la Convención sobre los Derechos del Niño forman parte de un muy comprensivo corpus juris internacional de protección de los niños, niña y adolescente, que debe cumplirse en los países.
Es así como, la Convención sobre los Derechos del Niño establece en su artículo 19.1; el deber de los Estados de adoptar todas las medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger a los niños, niñas y adolescentes contra la violencia, entendida como “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación incluido el abuso sexual.
Por lo anterior y derivado del grado de vulnerabilidad a la que, se encuentran expuestos las niñas y niños, es primordial su participación en los procedimientos judiciales sin que la edad sea una limitante para su escucha. Debe ser más sencillo el acceso a la justicia para los infantes e impulsar el acompañamiento de personal clínico especializado (psicológico), así como de tutores adscritos a organismos administrativos (DIF, CDHEP) que velen por el interés superior de la niñez en los procedimientos judiciales.
- Es Doctor en Derecho por la BUAP, donde se desempeña como: Defensor Adjunto en la Defensoría de los Derechos Universitarios y Profesor en la Facultad de Derecho y C.S.
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