Como dijo Carlos Salinas en su sucesión de 1994: “No se hagan bolas, el candidato es Colosio”, apunte que encuadra -guardando toda proporción- en la supuesta disputa por coordinación de la campaña en Puebla del aspirante presidencial Adán Augusto López Hernández, donde por un lado está el grupo de “Los jarochos” con el diputado local Roberto Solís y en otro frente, “Los hidrocálidos” de Arturo Ávila con Francisco Ramos.
Y es donde salta la frase salinista: “No se hagan bolas, el operador de Adán Augusto en Puebla es Fernando Padilla”.
Punto.
No más, no menos.
Acotándose:
Arturo Ávila –oriundo de Aguascalientes-, es uno de los coordinadores del ex Secretario de Gobernación, quien a su vez encargó la operación en la entidad de capacitación y redes a Francisco Ramos.
Y en otra vertiente –“Los jarochos”- está el legislador del PT, Roberto Solís Valles y José Miguel Castillo Jiménez, quienes operaron la pasada gira del tabasqueño en San Jerónimo Caleras, Amozoc y Huejotzingo, donde por cierto se sumó el ex alcalde y ex diputado Carlos Morales Álvarez.
Pero…
El coordinador general y responsable de Puebla es Fernando Padilla Farfán.
¿Quién es Padilla?
Originario de Poza Rica, Veracruz, ingeniero e incursionó en el ámbito empresarial en los ramos de obra civil y medicamentos, que lo ha llevado a recorrer el territorio mexicano.
Y es cuando conoce en Villahermosa al Notario Público, Adán Augusto López.
Traban fraternal amistad a través de los años.
Con la suma de Ortega y Gasset… El hombre y sus circunstancias.
Adán Augusto, hermano –político-, y cien por ciento leal a Andrés Manuel, desde la juventud.
López Obrador en la elección de junio 2018 gana la Presidencia de México, a la par su paisano, y hermano, López Hernández obtiene la gubernatura de Tabasco.
Y en agosto 2021, el jefe del Ejecutivo Federal designa Secretario de Gobernación a Adán Augusto López.
Además, lo encarta para la sucesión Presidencial.
Y Adán Augusto transita como el “caballo negro” de la carrera por Palacio Nacional.
En ese transitar político y al entrar de lleno a la disputa por la candidatura de Morena a la Presidencia de México, Adán Augusto le pide a su amigo Fernando Padilla que se haga cargo de la Plaza de Puebla.
Lo que lleva a Padilla Farfán a formar un equipo de trabajo que está abocado de tiempo completo a la tarea proselitista en la entidad.
Amén, que por su actividad conoce Puebla, al sector gubernamental, político y empresarial.
Por lo que sumó al trabajo político-operativo al Diputado Local Roberto Solís, a Mónica Lara Chávez –ex legisladora que en los comicios 2018 obtuvo 67 mil sugragios, la más votada en el Distrito 17, que era bastión del PAN-, José Miguel Jiménez, entre otros.
Además, son ellos quienes aparecen en la parte mediática, dado que Fernando Padilla prefiere estar atrás de los reflectores de los medios de comunicación.
EL mote de “Los jarochos” es por Padilla Farfán, originario de Poza Rica.
E “hidrocálidos” por Arturo Ávila, oriundo de Aguascalientes.
Aclarándose:
No hay guerra “jarochos” contra “hidrocálidos”.
Ni disputa alguna por la Plaza de Puebla.
Cada uno tiene funciones y encomiendas específicas.
Y el coordinador general es uno solo.
Y se llama Fernando Padilla.
Por cierto, Adán Augusto continúa subiendo en las encuestas.
En su pasada gira a los municipios de Amozoc y Huejotzingo, lo acompañaron su esposa Isabel Estrada y su hijo Augusto Andrés López Estrada, además de Padilla.
O sea, “no se hagan bolas…”.
Al tiempo.
