Rumor Sin Fronteras | Estados Unidos investiga a Adán Augusto López

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Por: Gerardo Pérez García

El apunte del periodista Raymundo Riva Palacio es revelador, a la vez de contundente —y preocupante —: “Adán Augusto no es uno más, es el eslabón más débil, hasta ahora, del expresidente Andrés Manuel López Obrador”.

El blindaje jurídico del gobierno lo protege, pero hay una variable fuera del control del régimen y que este desconoce. Información a la que se ha tenido acceso, muestra que Adán Augusto se convirtió en una persona de interés para los servicios de inteligencia estadounidense y la DEA desde que fue nombrado secretario de Gobernación, en agosto de 2021, cuando abrieron una investigación en Washington contra él y tuvieron los primeros indicios de su presunta relación con el crimen organizado.

Durante el seguimiento, aprovecharon una visita que hizo a Boston, en agosto de 2022, para ver a uno de sus hijos que estudiaba en esa ciudad.

El entonces hombre fuerte de López Obrador tuvo un descuido y perdió el control de su teléfono. Los agentes que lo estaban siguiendo le clonaron el dispositivo y vaciaron su información.

Lo que encontraron fue una red de vínculos con diversas personas, muchas de ellas tabasqueñas. Estas estaban siendo investigadas en casos relacionados con los cárteles de Sinaloa, Jalisco, Nueva Generación y Los Zetas.

No se sabe si existen grabaciones de él, pero sería ingenuo pensar que no las haya.

El proceso de judicialización del senador avanza en Estados Unidos, aunque con lo que tienen podría ser sujeto, en este momento, a ser acusado de haber cometido un delito utilizando la infraestructura estadounidense, basados en el principio legal de jurisdicción territorial y extraterritorial limitada, que abarca cuatro leyes: el Wire Fraud Act, el Computer Fraud and Abuse Act, la RICO Act, y la Ley Patriota, aprobada tras los ataques terroristas de Al Qaeda en Estados Unidos en 2001.

Abunda Riva Palacio:

En el caso de Adán Augusto, haber usado la infraestructura estadounidense al hacer llamadas telefónicas, por el tipo de investigación que se le abrió, entraba originalmente sólo en la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas por el Crimen Organizado, conocida como la Ley RICO, pero luego de la declaración de presidente Donald Trump en enero, donde clasificó a los principales cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras, también podría aplicarse la Ley Patriota.

Si no hay una acusación formal aún del Departamento de Justicia es porque la investigación sobre el senador continúa. Mientras no haya una acusación formal ante una corte en Estados Unidos, Adán Augusto no tendrá problemas legales si viaja a ese país, salvo que el Departamento de Estado le cancele la visa, como ya lo hicieron con la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, y contra otros políticos, artistas y deportistas mexicanos.

El hecho de que haya una investigación no implica que sea culpable de algo, pero en nada ayuda la revelación de los nexos criminales de su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, a quien acusa la Fiscalía de Tabasco –cuyo gobernador es Javier May, viejo adversario de Adán Augusto, pese a ser ambos obradoristas-, de haber creado La Barredora, organización delincuencial predominante en Tabasco, que extendió su control en Chiapas cuando el gobernador era su cuñado Rutilio Escandón, y a Veracruz, y haberse aliado con el Cártel Jalisco Nueva Generación, cuya llegada al sur del país desató la guerra contra el Cartel de Sinaloa en la frontera con Guatemala.

ADÁN AUGUSTO… EL ESLABÓN MÁS DÉBIL DE LÓPEZ OBRADOR

Añade el autor de la columna Estrictamente Personal: El caso abierto contra Adán Augusto en Estados Unidos es probablemente el más sensible hasta la fecha, por lo que significa para el régimen. El senador es la cabeza del Grupo Tabasco, que en los últimos años se ha constituido en una poderosa maquinaria de hacer negocios, apoyada en influencias políticas, notarías, oficinas de auditorías regionales y factureras.

Adán Augusto se ha convertido en sólo dos semanas en el eslabón más débil del núcleo de poder de López Obrador, y la primera externalidad de relevancia para el régimen, en el marco de la lucha de poder interno que se vive en Morena.

La variable que no estaba contemplada es la investigación en Estados Unidos contra el senador, que estaba fuera de sus radares.

El pasado fin de semana, La Política Online reveló que en el grupo cercano de Sheinbaum dijeron tras la aparición de las fotos en Tokio de Andy, Andrés Manuel López Beltrán, que era una operación de la CIA. Parecía una declaración llena de lugares comunes de una cultura vieja, aunque como comentó –jueves- en El Universal Salvador García Soto, la coincidencia en la aparición súbita de fotografías tomadas en diferentes momentos y lugares de líderes de Morena abre la puerta a toda sospecha.

Fue el uno-dos: primero Adán Augusto, y luego los políticos que también responden a López Obrador, a lo que hay que agregar las imágenes de dos de sus hijos.

La información sobre la investigación contra Adán Augusto, desde hace unos cuatro años, revela que sí hay un seguimiento desde hace tiempo contra el primer círculo del expresidente, que se peleó a finales de 2020 con los servicios de información estadounidense sin cuidar su retaguardia, concluye el periodista Riva Palacio.

Lo anterior lleva al cuestionamiento: ¿Qué responderá el otrora poderoso Secretario de Gobernación y ex precandidato presidencial?

¿Resistirá Sheinbaum los embates del gobierno de Estados Unidos?

¿Dejará que Adán Augusto continúe al frente del liderazgo de la bancada de Morena en el Senado de la República?

Por cierto, ¿dónde está Hernán Bermúdez Requena?

¿Seguirá vivo…?

Al tiempo.