Por: Gerardo Pérez García
A diez días del ataque de sicarios al centro nocturno Lacoss, al que prendieron fuego provocando la muerte de siete personas –2 mujeres y 5 hombres–, continúa brotando la “verdad oculta”, pues después de afirmar que “estaba en regla y cumplía los requisitos para operar” … resulta que no, que no es era así, puesto que la licencia que tenía era de “restaurante bar”.
Y El Lacoss funcionaba como cabaret o centro nocturno.
Además, la bailarina Ilianis era originaria de Cuba.
Y estaba de ilegal en Puebla.
Hecho que “no vieron” los inspectores municipales, como tampoco los agentes del Instituto Nacional de Migración –INM–.
Por lo tanto, el bar trabajaba fuera de toda normatividad municipal y federal.
Punto que lleva a la interrogante: ¿bajo el padrinazgo de quién, quiénes?
Quizás por ello, durante el transcurso del pasado martes 18, el Secretario de Seguridad Ciudadana del Municipio, Félix Pallares Miranda, declaró que “el bar tenía acreditados los requisitos municipales”.
Omitiéndose que había sido clausurado al encontrar elementos de la Fiscalía General de la República más de 200 dosis de cristal y una menor de edad era obligada a prostituirse.
Posteriormente, el Ayuntamiento endosó a la pasada administración, que presidieron Eduardo Rivera y Adán Domínguez, de haber otorgado la licencia de funcionamiento al bar Lacoss.
Que fue la gestión panista la que refrendó la licencia de restaurante bar.
Ahora, con José Chedraui Budib, al frente de la Presidencia Municipal, la Dirección de Normatividad realiza un promedio de 30 operativos semanales para “verificar”
que los antros, bares, centros nocturnos, cumplan con los requisitos de
funcionamiento.
Y todos están en regla.
¿Entonces…?
Nada. O casi nada.
Salvo que a 14 meses de la gestión morenista de Chedraui Budib, los “inspectores no detectaron” que la licencia de Lacoss era de “restante-bar”, cuando tenía que ser de centro nocturno.
Pequeñísimo detalle en la documentación.
Tan pequeño –e insignificante– que tuvo que darse el ataque de sicarios, por cobro de piso al dueño, para que brotara la realidad del ilegal funcionamiento.
Lo anterior deja al descubierto la complicidad u omisión del Ayuntamiento e Instituto Nacional de Migración, tanto en permitir que Lacoss trabajara con licencia de restaurante-bar, como que hubiera bailarinas extranjeras.
Lo que lleva que el ataque de sicarios al centro nocturno… confirma que en Puebla los cárteles Familia Michoacana y Jalisco Nueva Generación se disputan el cobro de piso, que el Ayuntamiento permite que bares operen sin la licencia respectiva y Migración no ve que extranjeras trabajan en esos lugares.
Total, en Puebla nada pasa hasta que sucede.
Al tiempo.