Una de las huestes que volvieron al escenario político son las pasadas elecciones fueron algunas de las sobrevivientes del morenovallismo y lo hicieron nada más y nada menos que de la mano que del intento de edil poblano, José “Pepe” Chedraui, quien es sabido siempre fue relegado por el PRI cuando buscaba obtener la candidatura a la alcaldía por el que era su partido.
Esto hasta que se le ocurrió aquel 2018 que por arte de magia se supiera que desde una de sus propiedades, ahora habitada por sus padres, despegaría el helicóptero de la entonces gobernadora Martha Erika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle, de quienes se decía amigo, pues tal pareciera que ese suceso fue el que le abrió la puerta para formar parte del “lado correcto de la historia”.
El primero en llegar a la escena del accidente, coincidentemente fue el mismo que ahora es mano derecha del también empresario, su nombre Eukid Castañón, el cual es conocido por su basta capacidad de operar políticamente desde la más pequeña hasta la más basta porción de territorio, pero eso no le iban a dar a Chedraui la experiencia del oficio, aunque el expanista tampoco iba a perder la oportunidad de regresar aunque sea por un poquito de poder.
Lo anterior quedó en evidencia luego de que al fiel escudero morenovallista se le viera merodeando en el edificio ejecutivo del CIS, que aunque pudiera parecer un simple acto de turismo político sólo para recordar viejos tiempos, la realidad es que ahora está sirviendo de intermediario entre el edil capitalino y el gobernador del estado.
Pero no lo es porque Alejandro Armenta sea un tirano, sino porque por el contrario, la administración estatal es la que ha tenido que salir a corregir un día y el otro también los errores que en el municipio se están cometiendo, por lo que no es difícil deducir la charla en la oficina del último piso, uno justifica la inexperiencia y pide tiempo, el otro pide resultados sin excepción.
Tanto peleó Chedraui por ocupar esa silla en el Cabildo de Puebla que tal parece que le quedó demasiado grande al ocuparla por lo que si los pronósticos no fallan se tirará en su hamaca a cobrar su cheque mensual mientras es el morenovallismo, encabezado por quien en su momento fue temido por muchos, quien se encarga de “sobrellevar” la carga de la “Capital Imparable”.
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Al fin se hará justicia para el hospital del IMSS en La Margarita, o al menos esa es la promesa que hizo durante La Mañanera de Pueblo el titular del organismo Zoé Robledo, el cual incluso prometió una inversión de 99 millones de pesos, pues es bien sabido que desde el terremoto del 19 de Septiembre del 2017 y tras el cierre de San Alejandro este nosocomio concentró al grueso de los pacientes.
Ahora bien, tome el anuncio con reservas, pues aún no se entrega el hospital de San Alejandro el cual ha sido anunciado como caperucita y el lobo en múltiples ocasiones, pero nada más no se logra concretar su llegada, por lo que primero se debe esperar a que se cumpla esta promesa para poder creer aunque sea un poco el tema de la remodelación del citado lugar.
También hay que considerar que los tiempos son otros y es muy probable que el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, peleará constantemente para conseguir que se cumpla lo prometido e incluso no dude que esté dispuesto a aportar una parte con la intensión de cumplirle a Puebla y los poblanos, que llevan años clamando por un espacio digno para ser atendidos médicamente.
Recuerde que si le faltó algo por leer en estas líneas, seguro se quedó en el tintero para la próxima entrega.