Poco le duró el gusto al exgobernador de Puebla, Mario Marín, el disfrutar de prisión domiciliaria, pues este miércoles un juez determinó que existía riesgo de fuga con el hecho de que tuviera prisión domiciliaria en su vivienda de la colonia Xilotzingo en la ciudad de Puebla, por lo que ordenó su inmediato regreso al penal del Altiplano en el Estado de México, volviendo la noche de ayer.
Esta noticia sorprendió en el mundo mediático, pues el propio gobernador del estado no oculta su pasado político y por consiguiente tampoco niega que uno de sus encargos fue dentro de la administración del marinista, por lo que la indicación de regresarlo a la sombra es poco probable que haya provenido del último piso del edifico ejecutivo del CIS, aunque quizá tampoco se quieran pronunciar ahí.
Por otra parte desde Palacio Nacional no se ha hecho ninguna mención respecto, además de que la relación que se guarda con el estado de Puebla es de cordialidad, por lo que tampoco sonaría lógico que la instrucción saliera de la capital del país sabiendo el que tema podría repercutir mediáticamente en la entidad, aunque seguramente habrá un cuestionamiento en La Mañanera del Pueblo.
Habrá que estar pendientes del vuelco que dé el tema, pues el llamado “Gober Precioso” ya se sentía como pez bajo el agua, recibiendo en su hogar a una que otra amistad que no dudó en filtrar una fotografía, así que quizá haya sido esto lo que molestó a la periodista Lydia Cacho al pensar que con esto ella tenía perdida la partida, además de perder en los medios la batalla.
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Lo que ayer criticaron los morenistas hoy lo celebran con bombo y platillo, pues este día al más puro estilo de “no oigo, no oigo, soy de palo”, aprobaron la entrada en funcionamiento de los parquímetros, con una serie de modificaciones nuevamente con la intención de disfrazarlo como un programa amigable con la ciudadanía, en beneficio del pueblo y no de la bolsa del edil.
Dentro de los puntos más destacables es que se contará con un seguro, aunque este sólo tendrá una cobertura de hasta 5 mil pesos, para cubrir daño a cristales, golpes, o robo toral de la unidad, también destaca el hecho de que las primeras tres horas serán gratuitas con 15 minutos para registrarse desde estacionarse y no habrá límite de tiempo para aparcar como antes sucedía.
Aunque parezcan logros plausibles lo cierto es que 185 supervisores rondarán el perímetro de los parquímetros y al más mínimo error que se presente habrá multas considerables; como era de esperarse las protestas que han surgido contra esta forma de ordenamiento vehicular han sido tildadas de sembradas por lo que no espera con que hay reversa a este “novedoso” programa.
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Sin novedad se concretó el regreso a las aulas en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), lo cual deja sobre la mesa dos opciones, una con más posibilidades que la otra, la primera es que el “alumnado inconforme” quedó satisfecho con los acuerdos alcanzados por el grupo de paristas y la comisión del diálogo de la Máxima Casa de Estudios tras un mes de cierres.
O la segunda y la que quizá sea la más cercana a la realidad, que a la mayoría de quienes se presentaron a las aulas el día de ayer poco o nada les interesó todo el debate político que se generó en lo que empezó como un movimiento estudiantil y simplemente querían regresar al campus para continuar con su preparación o porque no concluir con sus estudios.
Esperemos que tras lo sucedido la institución se encuentra mejor preparada en caso de que nuevamente vuelva a acontecer una movilización de este tipo, a fin de evitar que el tema vuelva a salirse de control como ocurrió en esta ocasión, además de que ahora habrá que ver la repercusión de lo sucedido en la cantidad de postulantes al tan esperado proceso de Admisión.
Recuerde usted que si algo no leyó en estas líneas seguro quedó en el tintero para la próxima entrega.
