Por: Gerardo Pérez García
The New York Times tituló el artículo: “Sheinbaum, la antítesis del líder arrogante”.
Con el agregado: En un momento realmente malo para los partidos en el poder, la izquierda en el mundo y las mujeres en política, la Presidenta acumula niveles de aprobación superiores a 80%; algunos destacan el manejo de la presión ante los aranceles y hasta el propio Trump la ha llamado “dura” y “mujer maravillosa”.
El periodista Michelle Goldeber escribió:
El año pasado fue malo para los partidos políticos en el poder. Pues los votantes de todo el mundo se rebelaron contra los representes del statu quo. Fue un mal año para la izquierda, con la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y el avance del nativismo reaccionario en Europa.
Y fue un mal año para las mujeres en la política, como informó la BBC, en 60 por ciento de países que celebraron elecciones en 2024, descendió el número de mujeres en las asambleas legislativas.
Sin embargo, en un país no se cumplieron estas tendencias: México, donde Claudia Sheinbaum ganó la Presidencia con una victoria decisiva.
En todo el mundo, el humanismo liberal se tambalea mientras las fuerzas de la crueldad reaccionaria avanzan. Por eso Sheinbaum, quien ha adoptado el lema de López Obrador: “Por el bien de todos, primero los pobres”, puede parecer una excepción luminosa al espíritu dominante del machismo autocrático.
“Me siento muy orgullosa de ella, dijo la semana pasada Martha Lamas, profesora de antropología y destacada feminista. Había temido una reacción sexista contra Sheinbaum, pero a los seis meses de su mandato no hay señales de ello; fue elegida con el 60 por ciento de los votos y hoy su índice de aprobación supera el 80 por ciento.
“La semanada pasada, Bukele, a quien le gusta llamarse a sí mismo “dictador más cool del mundo mundial”, preguntó a Grok, el chatbot de inteligencia artificial de Elon Musk, el nombre del líder más popular del planeta, esperando evidentemente que fuera él.
“Y Grok respondió: “Shainbaum”.
SHEINBAUM DE LOS POCOS LÍDERES MUNDIALES QUE OFRECE LA ESPERANZA
Añade el periodista Michelle Goldberg, no es sorprendente que algunos políticos de izquierda en Estados Unidos se hayan aferrado a Sheinbaum como un singular símbolo de éxito progresista. Su ascenso parece una prueba de que el camino a la victoria consiste en oponerse a las élites económicas arraigadas y ofrecer beneficios materiales concretos a quien tiene dificultades.
Cuando hablé con el representante por California, Ro Khanna, en enero pasado, describió la victoria de Sheinbaum como “un ejemplo de que la política de la clase trabajadora funciona”.
En Estados Unidos, como en otros lugares, hay una revuelta contra un estilo de política –abreviado como neoliberalismo- que confiere demasiado poder a los mercados, cediendo la capacidad del gobierno para promover el florecimiento colectivo.
Dado que esta revuelta ha conducido, en Estados Unidos y en otros lugares, a un panorama desagradable, a veces puede aparecer que nuestras únicas opciones son el neoliberalismo o la barbarie, Sheinbaum es una de los pocos líderes mundiales que ofrecen la esperanza de un camino distinto.
En el caso de México, se trata de una esperanza frágil; el país tiene una economía endeble y está asediado por la violencia del narcotráfico. Trump ha favorecido la popularidad de Sheinbaum, pero sus políticas aún podrían causar estragos, aunque el país se haya librado hasta ahora de lo peor de sus aranceles.
Si su presidencia tiene éxito a pesar de todos estos desafíos, será una fuente de inspiración en un mundo cada vez menos inspirador.
EL DILEMA DE SHEINBAUM… ¿HASTA QUÉ PUNTO SEGUIRÁ EL EJEMPLO DE LÓPEZ OBRADOR?
El artículo The New York Times abunda: Para liberales como el economista Luis de la Calle, ex negociador comercial mexicano, la gran pregunta sobre Sheinbaum es hasta qué punto seguirá el ejemplo de López Obrador.
“La verdadera prueba para ella no va a ser en economía y comercio, que son importantes. Veremos si está realmente comprometida con los procesos democráticos y el Estado de derecho, la igualdad ante la ley. Eso es lo que va a definir históricamente su presidencia”, afirmó.
Aunque De la Calle se muestra escéptico respecto a Sheinbaum, reconoce que su carácter es muy distinto del de su mentor político. Es una autodenominada “amante de los datos”, una persona conocida por su atención a los detalles más que por una cruzada ideológica.
Concluye el texto:
Queda por ver si el temperamento más tecnócrata de Sheinbaum conducirá a una gobernanza más liberal.
Al tiempo.