Rumor Sin Fronteras | Néstor Camarillo y Estefan los sepultureros del PRI

En Puebla nadie, absolutamente nadie, imaginó, menos pensó que después del reinado absoluto del Partido Revolucionario Institucional –PRI-, durante más de 70 años, dejará de reinar y ser el instituto que regía vidas y haciendas de la clase política y social en la entidad.
Todo inició en la contienda electoral de 2010 cuando el PRI perdió la gubernatura ante el neopanista Rafael Moreno Valle Rosas.
El gran perdedor fue el entonces mandatario Mario Marín Torres.
Y el perdedor –su hijo político- Javier López Zavala.
Casualmente, hoy los dos en la prisión de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México.
Pero esa es otra historia.
En la contienda por la “Mini-Gubernatura” de 2016, el PRI volvió a caer ante José Antonio Gali Fayad, “delfín” de Moreno Valle.
Ni qué decir de la elección de 2018, donde triunfó Martha Érika Alonso Hidalgo al derrotar al abanderado de Morena, Miguel Barbosa Huerta.
La cuarta caída tricolor se dio en la Elección Extraordinaria de 2019 al ganar Barbosa Huerta.
En las dos últimas participaciones electorales el otrora partidazo se fue al tercer lugar.
Y en la actual contienda el Revolucionario Institucional “por primera vez” no llevará candidato, pues en la alianza con PAN-PRI-PRD va el panista Eduardo Rivera Pérez.
Lo que ha llevado al priismo a colosal derrumbe.
-Todo se derrumbó dentro de mí, reza el cántico de los compositores Emanuel Álvarez y Purificación Casas-
Y vaya que se derrumbó.
Y vaya que desaparecieron del Poder Político y Legislativo
 

DESPUÉS DE 100 AÑOS… EL PRI SIN LEGISLADORES EN EL CONGRESO

 

Lo anterior viene a colación porque por primera vez en 100 años el PRI no tiene un legislador en el Congreso del Estado.

La bancada de 7 diputados desapareció.
Se esfumó.
Y evaporó de la noche a la mañana.
Solo queda el histórico –y bello- inmueble que, hasta hoy, alberga al Poder Legislativo.
En él únicamente pululan almas tricolores.
Y éstas transitan como “alma en pena”.
Dos personajes son artífices de la muerte legislativa del PRI.
Y, por ende, los “sepultureros del PRI”…
Néstor Camarillo Medina, que recientemente dejó la presidencia estatal y la curul para ir de candidato al Senado de la República.
Y Jorge Estefan Chidiac, que desde 1993 se adhirió al PRI durante la administración de Manuel Bartlett, hasta su renuncia al partido en febrero de este año.
Dimisión que se da a raíz de que Néstor Camarillo obtuvo la candidatura al Senado de la República, desplazando al “favorito” Estefan Chidiac.
Pero no sólo eso.
El líder nacional, -Alito- Alejandro Moreno, también lo vetó a la Diputación Federal.
Ello fue la “gota que derramó” el agua del jarrito.
Y Estefan emprendió la sublevación con sus pares legisladores: Laura Zapata Martínez, Juan Enrique Rivera Reyes, Norma Sirley Cabrera y Adolfo Alatriste Cantú, para que lo siguieran.
Y éstos, como “fieles corderitos”… lo siguieron a la “independencia del tricolor”.
Antes de la “insurrección de la Estefanía”, abandonaron el barco tricolor legislativo Silvia Tanús Osorio e Isabel Merlo Talavera.
Más Estefan Chidiac se cobijó al amparo de su amigo el gobernador Sergio Salomón Céspedes, quien lo premió con la Secretaría de Educación Pública.
Ni más, ni menos.
El poderoso ejército electoral magisterial estará al servicio de los candidatos de Morena, bajo las órdenes del “general” Estefan.
A todo ello, ¿dónde está Alito?
¿Y su delegado Roberto Padilla?
Por ello, vale la pena que leyeran el libro “Cien Años de Soledad” de Gabriel García Márquez.
Réquiem al Revolucionario Institucional en Puebla.
Descanse en Paz.
Al tiempo.
 
Puebla de zaragoza °C
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